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Manual de Prevención de Riesgos Laborales dirigido a los talleres de mantenimiento y reparación de vehículos

1.5.1.11 Reanimación cardiopulmonar

En caso de que el accidentado sufra una parada cardiorrespiratoria es muy importante actuar con rapidez y seguridad, utilizando los procedimientos de la reanimación cardiopulmonar (RCP) a través del masaje cardiaco externo llevado a cabo conjuntamente con la respiración artificial. Ambos métodos aplicados de manera adecuada van a permitir mantener una circulación sanguínea y la función respiratoria suficientes hasta la llegada de los servicios sanitarios.

Las pautas a seguir en este caso son las establecidas por el Consejo Europeo de Resucitación (ERC):

1. Respiración artificial, con el fin de hacer llegar oxígeno a los pulmones.

2. Masaje cardiaco externo, para restablecer la circulación sanguínea si se hubiere interrumpido.

Respiración artificial

Antes de comenzar con la respiración artificial es necesario asegurarse de que las vías respiratorias aéreas no se encuentran obstruidas.

Los pasos a seguir en el caso de esta clase de maniobra son los siguientes:

1. Colocar al accidentado tumbado boca arriba sobre una superficie dura (el suelo, por ejemplo), situándose el socorrista de rodillas a un lado suyo.

2. Inclinar la cabeza hacia atrás cuanto se pueda y tirar de la barbilla hacia arriba hasta abrir bien la boca de la víctima (maniobra frente-mentón).

Maniobra “frente-mentón”

1. Colocar a la víctima en decúbito supino.

2. Colocar una mano en la frente de la víctima.

3. Colocar la otra mano bajo el cuello de la víctima.

4. Echar, con la mano de la frente, la cabeza del accidentado lo más atrás posible, y con la otra mano elevar el cuello. Con este movimiento se separa la lengua de la pared posterior de la laringe y se abre el paso al aire.

3. Tapar la nariz con los dedos para evitar la salida del aire. Colocar la boca sobre la de la víctima e insuflar el aire a sus pulmones (durante aproximadamente 2 segundos). Observar si el pecho se eleva.

4. Manteniendo la maniobra frente-mentón, el socorrista retira su boca de la víctima y observa que el pecho descienda conforme el aire sale.

5. Repetir esta operación 2 veces y comprobar si se reanuda la respiración espontánea. De no ser así, continuar con la ventilación a un ritmo de una respiración cada 5 segundos.

6. Cuando se hayan restablecido los movimientos respiratorios, colocar a la víctima en la posición lateral de seguridad y esperar la asistencia médica especializada.

Masaje cardiaco

Si una vez analizados los signos de circulación (viéndolos, oyéndolos o sintiéndolos) no hay seguridad de que estos estén presentes, practicar el masaje cardiaco externo.

Para la aplicación de esta clase de técnica deberán seguirse los siguientes pasos:

1. Colocar al accidentado boca arriba, sobre una superficie dura y lisa.

2. El reanimador se situará de rodillas al lado de la víctima, a la altura de sus hombros. Apoyará el talón de una mano tres dedos por encima de la parte inferior del esternón, y pondrá el talón de la otra mano por encima de la primera. Mantendrá los brazos extendidos para hacer fuerza con el peso de su cuerpo. Los brazos buscarán la vertical con el tórax de la víctima y será el juego de la cadera el que origine el movimiento.

3. Una vez colocado en esta posición, se empujará el tórax hacia abajo, haciéndolo descender unos 4 o 5 centímetros (nunca más de 6), y dejando un pequeño intervalo de tiempo para que la pared torácica vuelva ella sola a expansionarse.

4. Se efectuarán 30 compresiones consecutivas. Las compresiones se realizarán con una cadencia de al menos 100 veces por minuto, tratando de mantener un ritmo uniforme, para lo cual es conveniente contar en voz alta “uno, dos, tres” entre una compresión y otra.

5. Tomar aire normalmente y soplar en la boca de la víctima según se explicaba anteriormente: 2 insuflaciones de una duración de no más de 5 segundos en total.

6. Continuar con las compresiones torácicas y las respiraciones de rescate en una relación de 30:2.

Debe pararse para reevaluar a la víctima solo si comienza a despertarse (se mueve, abre los ojos y respira normalmente). En otro caso no deberá interrumpirse la resucitación.

Medidas de emergencia

Todos los talleres están obligados a establecer una serie de medidas de emergencia. La complejidad en el desarrollo e implantación de dichas medidas dependerá de las características particulares de cada taller: tamaño, número de trabajadores, ubicación, productos empleados, etc. Será necesario además, de acuerdo con el artículo 20 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, que en cada taller exista personal que cuente con la formación y los recursos materiales necesarios encargado de poner en práctica las medidas establecidas en caso de producirse una situación de emergencia.

Plan de emergencia

Conjunto de medidas que se ejecutan para evitar o reducir posibles daños mayores en situaciones de peligro o riesgo inminente.

Establece dentro del organigrama de empresa:

  • Responsabilidades de acción.
  • Medios de actuación.
  • Formas de actuación.

Las emergencias se clasifican en cuatro categorías:

EMERGENCIAS: CLASIFICACIÓN

Conato

  • Situación que puede ser neutralizada con los medios contra incendios y emergencias disponibles en el lugar donde se ha producido, por el personal que se encuentre en el lugar del incidente.

Emergencia parcial

  • Situación de emergencia que no puede ser controlada de inmediato como un conato de emergencia y obliga al personal a solicitar ayuda a un grupo de intervención especializado.

Emergencia general

  • Situación de emergencia que supera la capacidad de los medios humanos y materiales contra incendios y emergencias disponibles en el taller y exige la solicitud de ayuda externa.

Evacuación

  • Situación de emergencia que obliga a desalojar total o parcialmente el taller de manera ordenada y controlada.

¿QUÉ TIPO DE EMERGENCIAS PUEDEN PRODUCIRSE EN UN TALLER?

  • Incendios
  • Explosiones
  • Derrames de productos químicos
  • Atracos
  • También podrían incluirse: terremotos, inundaciones, derrumbes, amenazas terroristas, etc., pero salvo casos particulares no se encuentran contempladas como emergencias características en los talleres de mantenimiento y reparación de vehículos.

Todo Plan de Emergencia deberá incluir al menos la siguiente información:

  • Descripción del taller y su entorno: ubicación, accesos, dimensiones, equipos e instalaciones, etc.
  • Identificación y clasificación de las emergencias que de manera particular pueden darse en el taller.
  • Procedimientos de actuación.

Ejemplo de procedimiento de actuación en caso de incendio:

  • Recursos materiales disponibles: señalización, equipos para la identificación y extinción de incendios, botiquín, pulsadores y sirenas de emergencia, etc.
  • Recursos humanos: organigrama. Identificación y funciones de las personas que dentro del taller podrán en marcha los procedimientos de actuación en caso de emergencia.

Jefe de emergencia

Es la persona de máxima responsabilidad en la emergencia, pudiendo actuar como coordinador de la misma.

Jefe de Intervención

Dirige las operaciones de intervención en la emergencia y aplica las órdenes dadas por el Jefe de Emergencia.

Centro de Control

Persona donde se centraliza toda la información durante la emergencia. Se encarga de avisar a los equipos externos.

Equipo de Primera Intervención

Persona o personas que se encargan de intervenir de forma inmediata en la emergencia con la finalidad de eliminarla o evitar su extensión.

Equipo de Segunda Intervención

Personas internas o externas a la empresa especializadas o especialmente entrenadas en la resolución de la emergencia concreta. Actúan cuando los Equipos de Primera Intervención no logran controlar y eliminar la causa de la emergencia.

Equipo de Alarma y Evacuación

Personas encargadas de dirigir y supervisar la evacuación total y ordenada del sector que tengan asignado.

Equipo de Primeros Auxilios

Personas encargadas de prestar ayuda inmediata a personas lesionadas por causa de la emergencia.

Equipo de
Apoyo

Personas encargadas de prestar ayuda especializada a los diferentes equipos.

En función del tamaño del taller y su plantilla, la organización de los recursos humanos intervinientes ante una situación de emergencia será más o menos compleja. Generalmente, los talleres no van a contar con un despliegue tan amplio de recursos como el que aquí se describe.

Ejemplo:

En un taller cuya plantilla está integrada por el propio dueño del taller y 2-3 operarios (sin mandos intermedios), será el propio dueño quien podría asumir el papel de Jefe de emergencia e intervención, y el resto de operarios conformarían el equipo de intervención.

Por otro lado, el simple hecho de disponer de un Plan de actuación ante emergencias no garantiza que ante una situación de emergencia la actuación sea la correcta, resultando necesario ensayarlo periódicamente en orden a los diversos supuestos de actuación que pudieran presentarse en cada caso. Mediante la realización de simulacros del Plan de actuación ante emergencias se podrá evaluar la calidad e idoneidad de este, así como asegurar la eficacia y operatividad de las actuaciones en caso de emergencia.