Las atmósferas explosivas (ATEX) se producen por la mezcla con aire de sustancias inflamables en forma de gases, vapores, nieblas o polvos, en la que, tras una ignición, la combustión se propaga a la totalidad de la mezcla no quemada. |
Algunas de las actividades desarrolladas en los talleres de reparación de vehículos pueden provocar la formación de atmósferas explosivas, debido principalmente a la presencia de sustancias pulverulentas, aerosoles, gases a presión o compuestos volátiles que al entrar en contacto con el aire y una fuente de ignición son susceptibles de inflamarse, deflagrar o explosionar. Es en las cabinas de pinturas y en los trabajos de reparación de carrocerías (lijado, pulido, etc.) donde existe mayor riesgo de formación de ATEX.
A continuación, se enumeran las principales medidas preventivas y de protección aplicables en las áreas de trabajo con riesgo de formación de atmósferas explosivas:
Permiso de trabajo en caliente Permiso de trabajo diseñado para trabajar de forma segura durante el desarrollo de tareas que produzcan chispas o llamas, o generen calor en áreas con riesgo de incendio (trabajos de soldadura, corte oxiacetilénico, uso de equipos eléctricos no protegidos, etc.). |
El Real Decreto 681/2003, de 12 de junio, sobre la protección de la salud y la seguridad de los trabajadores expuestos a los riesgos derivados de atmósferas explosivas en el lugar de trabajo, es de obligado cumplimiento en aquellos lugares de trabajo en los que se utilicen sustancias susceptibles de originar atmósferas explosivas, siendo preciso evaluar los riesgos derivados de dicho uso. El Documento de Protección Contra Explosiones (DPCE) es una recopilación de las actuaciones preventivas realizadas por la empresa, que tiene por objetivo reflejar el conjunto de medidas adoptadas para garantizar la seguridad y salud de los trabajadores frente al riesgo de explosión. |