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Manual de Prevención de Riesgos Laborales dirigido a los talleres de mantenimiento y reparación de vehículos

1.5.1.4 Heridas y contusiones

Contusiones

Son lesiones producidas por un choque violento del cuerpo contra otro objeto, sin que se produzca la pérdida de continuidad de la piel. No se produce herida pero puede haber lesión por debajo de la piel que afecte a venas, arterias, etc.

Atendiendo a la profundidad del tejido afectado, las contusiones se clasifican en:

  • Contusiones leves: su afectación es superficial y se caracterizan por el enrojecimiento de la zona contusionada o por la aparición del típico “cardenal”.
  • Contusiones graves: la afectación del tejido subyacente puede afectar a músculos, nervios, huesos, etc. Se reconocen por la aparición del hematoma o colección líquida de sangre en forma de relieve.

    CONTUSIONES: PAUTAS GENERALES DE ACTUACIÓN

    • En todas ellas se aplicará frío local (compresas, hielo, etc.), sin que entre en contacto directo con la piel, a intervalos de 20 minutos con periodos de descanso de 5 minutos.
    • Si la contusión se halla en una extremidad, se mantendrá esta elevada por encima del nivel del corazón.
    • Ante una contusión grave nunca se debe pinchar o intentar vaciar los hematomas. Si es preciso se debe inmovilizar la zona afectada y evacuar al herido a un centro hospitalario.

Herida

Se considera como la pérdida de continuidad de la piel o de las mucosas como consecuencia de un traumatismo, provocando la comunicación del interior del organismo con el exterior.

Desde un punto de vista práctico, las heridas se clasificarán en leves o graves atendiendo a una serie de factores de gravedad. Estos factores de gravedad son: extensión, profundidad, localización, suciedad, afectación de estructuras adyacentes (huesos, vasos sanguíneos, etc.), edad y estado general de salud del herido, objeto causante de la herida y complicaciones de la herida (presencia de shock, infección de la herida, problemas de cicatrización, etc.).

  • Herida leve: no reúne “factores de gravedad”.
  • Herida grave: reúne uno o más “factores de gravedad”.

    HERIDAS LEVES: PAUTAS GENERALES DE ACTUACIÓN

    En primer lugar, y antes de llevar a cabo cualquier actuación, resulta de gran importancia evitar la contaminación de la herida, y por ello es necesario:

    • Lavarse las manos con agua y jabón.
    • Usar guantes.
    • Uso de material estéril o lo más limpio posible (rociar con alcohol y secar).

    A continuación se procederá a desinfectar la herida siguiendo el siguiente procedimiento:

    • Limpiar la herida con agua fría a chorro para arrastrar los cuerpos extraños de pequeñas dimensiones de la superficie de la herida, como restos de tierra o tejidos.
    • Limpiar la herida utilizando gasas estériles o, en su defecto, un paño limpio y seco. No frotar la herida, limpiarla desde el centro hacia fuera a pequeños toques.
    • Tanto el agua oxigenada como el suero fisiológico pueden emplearse para limpiar la herida. En ningún caso deberá utilizarse alcohol como desinfectante.
    • Aplicar antiséptico incoloro, o cuyo color sea fácil de eliminar. El más recomendado es la povidona yodada.

    Si el ambiente no es agresivo y no existe riesgo de infección, es conveniente dejar la herida al aire libre para favorecer el proceso de cicatrización. En caso de que exista sangrado o riesgo de infección debemos taparla con un apósito o gasa estéril y fijarlo con esparadrapo.

HERIDAS GRAVES: PAUTAS GENERALES DE ACTUACIÓN

  • Control de los signos vitales del herido.
  • Explorar al herido a fin de localizar hemorragias, fracturas, etc.
  • No se deben extraer los cuerpos extraños clavados o pegados en una herida; si los hay, se deben fijar para evitar que se muevan.
  • Cubrir la herida con material estéril o lo más limpio posible y sujetarlo con esparadrapo o vendaje compresivo.
  • Trasladar al herido al centro hospitalario.

Una hemorragia puede definirse como una salida de sangre de los vasos sanguíneos.