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Manual de Prevención de Riesgos Laborales dirigido a los talleres de mantenimiento y reparación de vehículos

1.5.1.5 Hemorragia y shock

En función del destino de la sangre que pierde el accidentado, las hemorragias se clasifican en:

  • Hemorragia interna: se produce en el interior del organismo, sin verter sangre al exterior.
  • Hemorragia externa: en la que la sangre se vierte al exterior del organismo a través de una herida.
  • Hemorragia exteriorizada: son hemorragias internas que fluyen al exterior del organismo a través de alguno de los orificios del cuerpo: oídos, nariz, boca, ano y genitales.

    HEMORRAGIA INTERNA: PAUTAS GENERALES DE ACTUACIÓN

    • Tranquilizar al herido.
    • Control de los signos vitales.
    • Poner al herido tumbado boca arriba, si las lesiones lo permiten, y con los pies algo más elevados que la cabeza.
    • Aflojar toda la ropa que pueda comprimir al herido.
    • Abrigar al herido para evitar la pérdida de calor corporal.
    • Traslado urgente al centro sanitario.

HEMORRAGIA EXTERNA: PAUTAS GENERALES DE ACTUACIÓN

Compresión directa; pasos a seguir:

  • Con un apósito estéril se presionará sobre el punto sangrante durante al menos 10 minutos añadiendo cuantos apósitos sean necesarios y sin retirar nunca ninguno de los que ya se hayan puesto.
  • Si la hemorragia cesa, se aliviará la presión, se sujetarán los apósitos mediante una venda sin retirar ninguno y se procederá al traslado a un hospital.
  • Si la hemorragia no cesa, continuar haciendo presión local valorando la posibilidad de colocar un vendaje que comprima.

HEMORRAGIA EXTERIORIZADA: PAUTAS GENERALES DE ACTUACIÓN

Hemorragia de oído:
otorragia

En este caso nunca se debe detener la hemorragia, dado que es un mecanismo de defensa del organismo ante la elevación de la presión intracraneal.

Se debe facilitar su salida en posición lateral de seguridad, con el oído sangrante hacia abajo y manteniendo el eje cabeza-cuello-columna en bloque. De lo contrario, la sangre acumulada en la cavidad craneal comprimiría la masa encefálica, provocando lesiones irreversibles en el cerebro.

Se deben mantener controladas las constantes vitales.

Hemorragia de nariz:
epistaxis

Presionar ambas fosas nasales contra el propio tabique nasal y mantener esta presión durante 5 minutos.

Se inclinará la cabeza ligeramente hacia adelante, con el fin de evitar la aspiración de coágulos o de la propia sangre.

A los 5 minutos se aliviará la presión para comprobar si la hemorragia ha cesado. De no ser así, repetir el procedimiento. Si en otros 5 minutos no cede la hemorragia, se procederá a evacuar a un centro sanitario.

Hemorragia
de la boca

De origen respiratorio (hemoptisis)

Se manifiesta en forma de vómito precedido de tos.

Tiene aspecto espumoso, de sangre limpia y con olor a óxido.

En este caso deberemos controlar los signos vitales del herido y colocarlo en posición de semisentado.

Trasladar inmediatamente al herido a un centro sanitario.

En ningún caso se suministrará agua ni comida al herido.

De origen
digestivo (hematemesis)

Se manifiesta en forma de vómito precedido de náuseas.

Tiene aspecto de sangre oscura con restos de alimentos y maloliente.

En este caso se deberá colocar a la persona afectada en posición lateral de seguridad con las piernas flexionadas (posición fetal), vigilando las constantes vitales y procurando su traslado urgente a un centro sanitario.

No se suministrará agua ni comida al herido.

El shock se define como el conjunto de signos y síntomas consecuentes de la falta o disminución del aporte sanguíneo a los tejidos, debido a la pérdida de volumen sanguíneo o al aumento de la capacidad de los vasos.

Es importante actuar con rapidez, ya que la falta de oxigenación de los tejidos puede provocar la muerte del herido. Los síntomas más representativos del shock son:

  • Alteración de la consciencia (no pérdida).
  • Estado ansioso, nervioso.
  • Pulso rápido y débil.
  • Respiración rápida y superficial.
  • Palidez de piel y mucosas.
  • Sudoración fría y pegajosa, generalmente en manos, pies, cara y pecho.

    SHOCK: PAUTAS GENERALES DE ACTUACIÓN

    • Evitar que el herido se mueva.
    • No darle nada de comer ni de beber.
    • Control de signos vitales.
    • Aflojar todo aquello que comprima al accidentado, a fin de facilitar la circulación sanguínea.
    • Tranquilizar al herido.
    • Taparlo para evitar la pérdida de calor corporal.
    • Siempre que sea posible, colocar al accidentado estirado con la cabeza más baja que los pies.
    • Evacuarlo urgentemente.