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Manual de Prevención de Riesgos Laborales dirigido a los talleres de mantenimiento y reparación de vehículos

1.5.1.7 Esguinces, luxaciones y fracturas

Los esguinces son lesiones articulares producidas por una distensión del ligamento como consecuencia de un movimiento forzado o de un impacto externo.

Se caracterizan principalmente por el enrojecimiento de la zona afectada, sensación de calor en la zona, dolor, hinchazón e inestabilidad articular.

ESGUINCES: PAUTAS GENERALES DE ACTUACIÓN

  • Aplicar frío local.
  • Levantar la extremidad afectada y mantenerla en reposo.
  • Inmovilización de la articulación afectada.
  • Trasladar al herido a un centro sanitario.

Las luxaciones se producen por el desplazamiento de un extremo del hueso fuera de su posición natural.

La sintomatología es común a la de un esguince salvo en la movilidad, ya que en este caso no es posible mover la articulación y puede aparecer deformidad en la parte afectada.

LUXACIONES: PAUTAS GENERALES DE ACTUACIÓN

  • Aplicar frío local.
  • Inmovilización de la zona afectada.
  • Trasladar al herido a un centro sanitario.
  • No se deben realizar movimientos con la articulación luxada para intentar volver a ponerla en su posición original.

Se denomina fractura a la rotura de un hueso, o bien a la pérdida de continuidad del tejido óseo (fisura).

De forma general, las fracturas se clasifican en:

  • Fracturas abiertas: el hueso roto rasga la piel produciendo heridas y posibles hemorragias.
  • Fracturas cerradas: no existe discontinuidad de la piel, no existe herida, y por lo tanto no se tiene acceso al hueso desde el exterior. Tienen un mejor pronóstico que las fracturas abiertas y es más fácil su tratamiento.

FRACTURAS: PAUTAS GENERALES DE ACTUACIÓN

  • No mover al herido a no ser que sea imprescindible.
  • Retirar aquellos objetos que sean susceptibles de oprimir con la inflamación.
  • Exploración primaria: signos vitales.
  • Exploración secundaria: movilidad, sensibilidad, deformidades, etc.
  • Aplicar frío local sin que entre en contacto directo con la piel.
  • Inmovilizar el foco de la fractura y las articulaciones adyacentes evitando movimientos bruscos y sin tratar de reducir la fractura.
  • Trasladar al accidentado a un centro sanitario.
  • Proteger al herido de la pérdida de calor, vigilar constantes vitales y prevenir el shock.
  • En el caso de las fracturas abiertas, tratar en primer lugar la posible hemorragia y la herida, cubriéndola con apósitos estériles antes de proceder a su inmovilización. En este caso no realizar compresión directa.

Para llevar a cabo la inmovilización de la fractura se deben seguir los siguientes pasos:

1. Tranquilizar al accidentado.

2. Inmovilizar con férulas o cualquier otro material rígido que ejerza la misma función (tablillas, bastones, etc.). En fracturas de un miembro inferior puede usarse como férula el otro miembro sano, extendido y atado o vendado junto con el lesionado. En las del brazo puede servir de férula el tronco, fijándolo al mismo mediante vendas, bufandas, tiras de sábana, etc.

3. Es recomendable almohadillar las férulas improvisadas con algodón o alguna prenda de vestir que tengamos a mano.

4. La sujeción de estos elementos rígidos al miembro herido se hará por medio de vendas, tiras de sábana, cintas, cinturones, pañuelos, etc.

5. Nunca intentar colocar el hueso en su posición original.