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Manual de Prevención de Riesgos Laborales dirigido a los talleres de mantenimiento y reparación de vehículos

2.2.2.10 Agentes químicos

EXPOSICIÓN DÉRMICA


El contacto continuado con algunos de los productos químicos empleados en el taller pueden ocasionar lesiones cutáneas.

Algunos de estos productos son:

  • Pinturas e imprimaciones
  • Masillas
  • Disolventes
  • Líquidos refrigerantes
  • Aceites de motor

Toda alteración cutánea causada, favorecida o empeorada por el ambiente de trabajo, se denomina dermatosis laboral.

Dermatosis laboral

Dentro de este concepto se incluye a toda alteración cutánea causada, favorecida o empeorada por el ambiente de trabajo. Puede ser de tipo alérgica (individuos genéticamente dispuestos) o irritativa.

Su sintomatología corresponde a eccemas con eritema, ampollas y vesículas, que producen prurito, descamación y fisuras, sensación de dolor y quemazón, etc.

EXPOSICIÓN DÉRMICA

Algunas de las medidas preventivas y/o de protección aplicables son:

  • Mantener limpia el área de trabajo y su entorno.
  • Utilizar ropa protectora y guantes adecuados para la manipulación de productos químicos.
  • Proteger las zonas expuestas de la piel con cremas tipo barrera.
  • Comprobar el estado de la piel al finalizar la jornada.
  • Lavar con agua y jabón las partes del cuerpo que hayan estado en contacto con algún agente químico. Secarse la piel adecuadamente.

EXPOSICIÓN INHALATORIA

  • Los aerosoles, gases y vapores procedentes, entre otros, de los trabajos de soldadura, lijado, eliminación de pinturas en las carrocerías, del lavado de vehículos, etc. pueden penetrar en el organismo a través de la vía respiratoria.
  • Algunas de las medidas preventivas y/o de protección aplicables son:
  • Garantizar una ventilación adecuada en las áreas de trabajo.
  • Emplear sistemas de extracción general y local para expulsar del ambiente de trabajo los vapores y el polvo generado en las cabinas de pintura, zonas de soldadura, etc.
  • Limitar el número de trabajadores expuestos aislando aquellas tareas susceptibles de generar atmósferas perjudiciales para la salud.
  • Disponer y utilizar los EPIs necesarios para la protección de las vías respiratorias.

Algunos de los residuos generados como consecuencia de los trabajos de reparación y mantenimiento también pueden resultar peligrosos para la seguridad y salud de los trabajadores expuestos, de modo que la correcta gestión del riesgo químico debería de abarcar también a estos productos.

Gases de escape

Pueden contener sustancias potencialmente cancerígenas, procedentes de combustiones incompletas.

Zapatas de freno

A día de hoy continúan existiendo zapatas de freno que contienen amianto, producto extremadamente tóxico y cancerígeno, si bien es cierto que la exposición laboral a este contaminante en los talleres de mantenimiento y reparación de vehículos se ha minimizando considerablemente puesto que las operaciones de rectificado de las zapatas de freno se han ido reemplazando por las de sustitución.

Solamente en talleres especializados y/o de reparación de vehículos pesados se realizan operaciones de desforrado y/o rectificado de zapatas de freno. Es en estas operaciones donde existe riesgo de liberación de fibras de amianto al ambiente.

Dentro de este manual no se abordará con mayor detenimiento la exposición laboral al amianto en los talleres de mantenimiento y reparación de vehículos, puesto que se trata de un riesgo que afecta a un grupo reducido de talleres, los cuales tienen establecido unos protocolos de actuación muy rigurosos por serles de aplicación el Real Decreto 396/2006, de 31 de marzo, por el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud aplicables a los trabajos con riesgo de exposición al amianto.

Fibras cerámicas refractarias

Presentes en conversores catalíticos, airbags y pastillas de frenos, etc., pueden provocar cáncer por inhalación.